Día -5:
Aprovechando las circunstancias de un vuelo poco productivo, debido a las condiciones climatológicas (porque los pilotos de parapente nunca tienen la culpa), el grupo de sobrevivientes que logró llegar a Cavancha, ya fuera volando, o en micro, en taxi ó caminando, con la excusa de comentar el vuelo para tomar cerveza, y a propósito de que los vuelos se estaban poniendo aburridos en Iquique, alguien disparó al aire la posibilidad de ir a volar a la caleta de Pisagua. Posiblemente Cabecita o Golpeadito, lo que recibió la aprobación inmediata de los presentes, entre ellos Pelao, Cano, Tsunami (2x1 Off Road) y Master.
Día -4:
Golpeadito se encargó de mailear a todos los posibles interesados en la actividad y contactar a un par de personajes claves del Lado Oscuro para que el evento funcionara como corresponde. A estas alturas, el grupo inicial ya estaba establecido y casi asegurado. Aparte de los presentes en Cavancha cuando se gestó la idea, el Suegro y Willy Sabor (quién aún respondía al nombre de “Pepe”) eran complementos casi imprescindibles.
Día -3:
La propuesta, planificada y analizada hasta en sus detalles más mínimos, incluyendo estadísticas de vuelo y gráficos de torta de mango con helado de vainilla, preparados por Golpeadito, es llevada a la asamblea, para incentivar a los desmotivados pilotos de la zona a participar en una actividad diferente de promoción del deporte, integración, esparcimiento, y reforzamiento de lazos digna de respaldo. Se presentó el proyecto con el propósito de integrar a todos los pilotos posibles y obtener algo de auspicio para que la aventura no resultara demasiado onerosa para los interesados. Claro que, evidentemente, la idea fue recibida con cierto grado de apatía por algunos y un gran entusiasmo por parte de otros.
Al final, y después de agrias discusiones respecto del vil dinero, (la reticencia de ciertos ácidos caracteres fue mas notoria que la de otros), y más de alguno descubrió lo equivocado que estaba cuando Cabecilla disparó finalmente lo que querían obtener los organizadores a modo de auspicio y que resultó ser simplemente, el equivalente de los costos en combustible para los tres vehículos comprometidos previamente y que correspondía apenas al 30% del costo total de la aventurera empresa. Pero... no faltan los perros peros, no todos los interesados estaban con las cuotas al día... algunos ni siquiera eran de la asociación... se tiraron varias ideas a la balanza, 5 lucas por piloto o un porcentaje equivalente... el Sponsor hizo todo lo que pudo para ganarse una chapa nueva (que no tuviera nada que ver con auspicios), se votó en consciencia y se concluyó democráticamente que sólo se iba a auspiciar en un porcentaje a los pilotos que estuvieran con sus cuotas al día, con el encomiable propósito de que algunos seres descendientes de la gallina de yeso, se pusieran las pilas, se sacaran el cocodrilo del bolsillo y aumentaran las arcas de la Asociación poniéndose al día alguna vez en su vida.
Lo increíble de todo este alboroto que se extendió más de la cuenta, es que después de los dimes y diretes, los tira y afloja (y la tuya también). Nadie, absolutamente nadie, aparte de los precursores hizo eco de la idea que ya prometía bastante, excepto Malacaña que se inscribió tentativamente, así como... “a lo mejor me puedo arrancar pa’ ir a sapear” y que siempre anda con el cuento del lobo de que va a llevar su tonto copete y la ensalada de lechugas, pero como dice Master: “¡Naranjas indio!, ¡Naranjas!”.
Lo único que quedó en claro después de una larga y acalorada discusión, es que la Asociación es de los socios, nosotros, que somos los encargados de organizar actividades para que nuestras vidas no sean tan aburridas, en lugar de andar reclamando que la Asociación no hace nada. Que además las decisiones de la asamblea se respetan, que algunos socios no se motivan ni con la Marlene Olivarí y que es necesario ponerse al día con las cuotas. También se mencionó algo respecto de un costo político de la decisión final, pero casi nadie se percató de las serias implicancias futuras de éste pequeño alcance que hiciera Golpeadito, en relación a una objeción del Pato Palma, y que se refiere a que los socios de la ACHVLZN (Asociación Chilena de Vuelo Libre Zona Norte) deberán actuar en consecuencia ante futuras actividades planeadas por pilotos socios y que sean llevadas ante la asamblea para su aprobación.
En la mismísima y comentada reunión, se contó con la presencia y compromiso formal de Willy Sabor con su furgón Delica (modelo tándem para 8 personas), se hizo la lista definitiva de interesados que tuvo un par de adiciones externas a la asociación, dos gringas a todo cachete(o) según Tsunami y cuando se estaba haciendo la pauta para la lista de compras, un mal hablado dijo que nuestro Repollo de exportación se iba a poner con unas cholgas importadas y el Suegro a lo mejor podía traer 65 Kg. más de carne como aporte al grupo.
Día -2:
Este día no existió para algunos... Otros tuvieron que ir a trabajar igual, ¡con la tremenda ñaca, indio!
Día -1:
Aprontes finales y cobro de cuota de inscripción, Canito se consiguió el grupo electrógeno, mientras los precursores de la idea realizaban una intensa gestión y lobby por los siniestros y oscuros pasillos del, a veces llamado, “Piso 13" donde se gesta el incierto porvenir del parapentismo local, y, como buen día viernes todos se fueron a acostar un poco más tarde que lo habitual, con diversos grados de intoxicación alcohólica (4.2, 11, 16, 35, 40 e incluso 45º).
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